viernes, 11 de septiembre de 2015

El gourmet temerario Vol.2. Integral fideos instantáneos.

La llegada de los eventos sobre manga en España trajo una serie de novedades que, con el paso del tiempo, han quedado obsoletas. La cantidad de merchandising o la proyección de películas eran cosas a las que muchos no teníamos acceso, y caían como agua de mayo.

Pero entre estas novedades había una especialmente notoria, el ramen. ¡Eh, ¿te acuerdas de aquello que comía Shinji en aquel episodio?! ¡Pues lo están vendiendo! ¡Y a tan solo 1500 pesetas! ¡¿Cómo puede existir semejante ganga en este planeta?!

Con el tiempo y la globalización, esos productos están al alcance de cualquiera, pues se pueden encontrar en las grandes superficies o en cualquier supermercado chino por 1 € o 2.

¿Pero son buenos? ¿Merecen la pena? Un servidor se ha jugado la salud cenando cosas de estas durante semanas en pleno verano para traeros la review definitiva sobre estos cubos de misterio.


Soy demasiado pop.




Pero antes, un poquito de historia.

Aunque sean populares por Japón, el origen de este tipo de conservación de la pasta proviene de China. No obstante, fue el fundador de Nissin, Ando Momofoku (que sale en algunos envases y todo) el que llevó la idea a Japón y elaboró el tipo de ramen instantáneo moderno. Poco después dio el pelotazo definitivo con el ramen que viene con su bol para consumir. Ya no solo te libras de cocinar, también te libras de fregar. Puto amo.

Pasemos pues a mi humilde opinión sobre los productos. He de advertir que he comprado los que he visto por la zona. Sé que hay más, pero no los traen por aquí aparentemente. Y sí, mi cámara sigue viajando en el tiempo.

Equipo Gallina Blanca.
Vamos a empezar hablando de los productos lanzados por Gallina Blanca, que además son de los primeros que empezaron a verse en España en supermercados, con su campaña promocional y todo.

Empecemos con los fideos instantáneos primero.

- Oriental:

A mí el nombre era algo que ya me llamaba. ¿Oriental? ¿No se supone que todos son orientales? ¿Es este más oriental que los demás? Pues no lo sé, pero sabe a avecrem y ya está.

No lo digo como algo negativo, a mí me gusta el avecrem. Pero el avecrem no es oriental (¡¿o sí?!). El contenido además es bastante soso, no te trae ni unas verduritas ni nada. O, siendo sabor oriental, que traiga unos brotes de soja, unos narutos o cualquier otro estereotipo que se os ocurra.

La pasta no está mal, aunque es algo tosca y no tan jugosa como sería deseable.

- Gamba:

Estoy empezando a entender cómo funciona esto. Este sabe a avecrem + gamba. Tengo que aclarar que cuando digo que sabe a gamba en realidad no estoy queriendo decir que sabe a gamba. 

Me explico. Los yogures de fresa no saben a fresa, pero tenemos el sabor "yogur de fresa" asimilado y lo identificamos como tal, de forma que ha cobrado identidad propia y hay chicles sabor "yogur de fresa".

Pues esto es igual, sabe a ese sabor de las cosas que dicen saber a gamba. Más avecrem. Yo creo que ya me puedo imaginar el sabor de los de pollo...

- Pollo:

Sabe a Avecrem más pollo.

Además de estos fideos, hay otros productos llamados yakisoba, que vienen a ser ramen pero en seco. 
Los yakisobas fueron inventados por los hermanos Toshiyuki de la prefectura de Osaka.

Ellos estaban un poco hartos de tener que beberse la sopa del ramen hasta en verano, así que le insistían a la madre que les dejara probar con el ramen en seco, a lo que ella siempre respondía con una negación.

Sin embargo, un día se quedó la madre dormida y ellos aprovecharon la situación para llevar a cabo su experimento, pensando "bueno, ya que soba...". Ya que soba, yaquesoba, yakisoba. De ahí viene el nombre.

Los hermanos Toshiyuki.

- Yakisoba clásico:

Me parece un poco osado introducir un producto totalmente desconocido en España por la mayoría con el subtítulo "clásico". Es como si se empiezan a vender saltamontes mexicanos y pones "Saltamones sazonados, clásico". Clásico para ti.

Pero bueno, al lío. En este producto se han esmerado algo más que con los fideos instantáneos. Sí trae unas verduras que al menos hacen bonito, y yo diría que tiene más pasta. Eso sí, la preparación requiere maña.

Una vez lo calientas 3 minutos, hay que escurrir el agua para luego echarle la salsa. El método que ellos proponen es ponerles la tapadera que trae con agujeritos, volcar el recipiente y dejar salir el agua. El problema es que la puñetera tapadera tiene agujeritos por todos lados y te quemas sí o sí o también.

Para colmo, luego toda la verdura se ha quedado pegada a la tapadera... Buscaos otra forma de escurrirlos.

- Yakisoba de pollo:

Igual pero con trocitos de pollo liofilizado en vez de verduras.

Lo que más llama la atención es que en la tapadera de ambos productos podemos encontrar las instrucciones de preparación, y...

¿Por qué en uno se deja reposar con la tapa abierta y en otro con la tapa cerrada? ¡Si son los mismos fideos! 

Por no hablar de los pequeños cambios que hay, que parecen intentar solventar accidentes que ha tenido la gente. Ahora no se pone la tapa, sino que pone "cierra bien". El bol ya no está caliente sino MUY CALIENTE, y recomiendan mover la salsa "con cuidado".

Es decir, que alguien ni cerraba bien la tapa, ni consideraba que el bol estaba caliente y encima removía la salsa a lo loco. Y para colmo, se quejó a la marca.

Tengo que decir que conozco a un niño que se tiró un ramen de estos por encima recién salido del microondas y se hizo quemaduras de segundo grado (true story, lamentablemente), por lo que no descarto el uso de estos cacharros como cócteles molotov.

- Pollo con soja:

A diferencia de los anteriores, este viene sin bol, por lo que hay que manchar platos y todo. Vaya faena... Aunque no lo ponga, es yakisoba, es decir, que se come sin caldo.

No está mal de sabor (aunque no ha conocido ni el pollo ni la soja esto), pero los pasos de preparación cometen un error garrafal, pues indican que el sobre de condimentos (que es puto avecrem otra vez) se eche después de que estén los fideos cocidos, por lo que queda sin disolver por encima de los fideos y tienes una sensación arenosa. como si le estuvieras haciendo un beso negro al hombre de arena.

Veredicto final:

No son lo peor del mundo, pero tampoco son gran cosa. Si tenéis que elegir, pillad los de sobre o el yakisoba, los fideos son demasiado básicos.

Equipo Maggi.


Maggi es otra de las grandes compañías españolas que se ha apuntado al carro de los productos asiáticos. Sé que también los venden con el bol, pero no los he encontrado.

- Gamba camarao: Las gambas camaraos son gambas que van a conciertos de Carlinhos Brown, por lo que han hecho ejercicio y están más ricas, como los pollos de campo.

Se prepara como el pollo con soja, pero esta vez sí, el condimento se echa ANTES. Aunque tanto este como el pollo con soja recomiendan que se cueza hasta que se evapore todo el caldo, en realidad puedes dejarlo o no según te apetezca.

Tanto el condimento como la pasta están más ricas. Empezamos bien, Maggi.

- Pollo frango: Pollo gangoso que apoya cierta dictadura. Poco más que decir, es lo mismo que el anterior pero de pollo.

- Yakisoba clásico:

Mi favorito por ahora. Para empezar porque cuando abres el paquete te encuentras todo esto.




 Mira qué cosa más bonita. Mira cuántos sobrecitos. Ese verde parece musgo para el portal de Belén. Así sí molan estas cosas.

Los condimentos son buenos, la salsa es dulce, la pasta es crujiente y sabe buena hasta cruda.

Yakisoba curry:

Muy en la línea del clásico, pero siendo de curry esperaba que picase más, y solo tiene un ligero sabor picante (de hecho, el clásico también lo tiene, aún más ligero).

Me habría gustado que se sobraran con el picante. No sé por qué, pero creo que me voy a arrepentir de decir esto más adelante...


- Veredicto final:

 Me gustan más que los anteriores. Producto recomendado si no te apetece cocinar.

Equipo Nissin.
Empezamos con esos productos que, al menos aquí, no se encuentran en franquicias ni grandes superficies, sino en establecimientos chinos.

Sinceramente, estos me han decepcionado. Son Nissin, los inventores de este tinglado, las expectativas estaban altas. Esperaba que estuvieran tan buenos para hacer el chiste de "Ni con Ando Nissin Ando, eso no se le dice a nadie, ¡a nadie".

Y no están malos, pero... Es que saben igual que los de Maggi. Tan igual que incluso sospecho que los de Maggi los hace Nissin.

Curiosamente, las instrucciones vienen en varios idiomas occidentales, por lo que parece que es un producto pensado para distribuir en el extranjero.

No como los siguientes. Porque sí, todo lo que he probado hasta ahora era un juego de niños, ahora empieza lo bueno de verdad.

- Veredicto final:

 Lo mismo que los de Maggi, básicamente.

Equipo Chinorris.
Empezamos con lo auténtico. Lo único que tienen esto en algún idioma occidental es el nombrecito en el envase. Algunos ni eso, y tienes que deducir el sabor por lo que se ve en la foto, que no se parece en nada a la realidad.


¿Está esto homologado? ¿Pasa por un control sanitario? No lo sé y no me importa, esto es el gourmet temerario y hemos venido a jugar.

Aclarar que compré de los de sobre para ver si eran diferentes a sus hermanos de bol, y no, son lo mismo. Y también te los puedes hacer dejando evaporar el caldo si quieres.

Marisco:

Veamos qué contiene esta maravilla


Esto empieza, como diría Tury, extremadamente bien. Nos encontramos con tres sobrecitos.

El primero viene con verduras, gambitas sietemesinas y hasta pequeños narutos. Maravilloso. El sobre verde es el polvo para condimentar, y el sobre rojo es una especie de crema blanquecina que no quiero comparar con nada.

Y lo mejor de todo, trae tenedor, así me ahorro hasta fregar el cubierto.

Con tantas cosas no podía estar malo, y efectivamente no lo está. El caldo coge mucho más sabor que con las otras marcas, y te vas encontrando cosas flotando que añaden diversión a la vida.

- Pollo:

El contenido es casi idéntico, salvo que incluye trocitos de carne ("carne") en vez de gambas y que trae unas guindillas de chichinabo que ni pican ni nada. Decepcionado con el picante, estos van de chulos luego.

Eso sí, el sobre de crema blanquecina misteriosa aquí no es crema, sino que viene seco y duro... Es decir... Que uno de los dos estaba en mal estado. ¿Cuál? No se sabe. La vida es misterio.

- Ternera:

Aquí la crema inquietante se sustituye por una crema roja picante con tropezones misteriosos. Insisto, evitemos las analogías.

- Morado inquietante del chino calvo (y su puta madre).

Ahora sí, señoras y señores, nos topamos con el producto estrella, el verdadero plato fuerte del rebaño.

Su envase ya es misterioso.




¿Cuál se supone que es su sabor? ¿Qué es esa vasija misteriosa que sale al lado del nombre? ¿Por qué están esos dos señores flipándolo en colores?

Salgamos de dudas y abramos la caja de pandora.



Parece que no eran bastante tres, y este trae cuatro sobres. Además de los clásicos de salsa, condimento y cosas graciosas flotantes, hay un cuarto sobre cuyo contenido no se puede ver desde el exterior, con un dibujo de la anteriormente mencionada vasija misteriosa. Esto hay que abrirlo...




¡¿Pero esto qué cojones es?! ¿El vómito de un gato de la suerte? Son como encurtidos con muy mala cara y peor olor. Porque solo con olerlos ya se te activan todas las alarmas, huele a que pica muchísimo. Ese olor que te llega hasta lo más profundo y te deja con cara de estar viendo Telecinco durante un cuarto de hora.

Ante semejante panorama no me dejan elección, solo puedo hacer una cosa. Prepararlo y comérmelo. 

Y ahora es cuando explico el "Y su puta madre del título".

Porque esto pica. Mucho. Muchísimo.

Soy consumidor de comida picante, no suele afectarme. Me gusta. Pero esto no es normal.

Además, no es de esos productos picantes que te pegan y se van. No es una guindilla que pica al comienzo pero en un par de minutos estás como nuevo.

La primera pinchada de fideos pica, pero es algo soportable. Lo que pasa es que te quedan mogollón de fideos, caldo y las algas malignas flotando. Y todo pica. Es como una guerra de desgaste, el valor no está en los ataques individuales sino en el conjunto de ataques pequeñitos, siguiendo la filosofía de Papá Pitufo. Empiezo a entender las caras de los mendas.

Cada trago de caldo, cada fideo, cada alga, todo paso es un reto a la voluntad del consumidor. Si a eso le sumamos que era pleno agosto cuando estaba comiendo esto, pues imaginad la temperatura corporal que pude alcanzar. Además, me hicieron falta 2 litros de agua para acabar con esto.

Una vez terminas, te sientes más fuerte. Es como una de esas pruebas que determinan tu vida. Fijo que una de las 12 pruebas de Hércules era comerse uno de estos.

Por supuesto, en el envase no se dice absolutamente nada del picante. Por ellos como si piensas que es caldo de frambuesa por el color morado, que les da absolutamente igual.


- Veredicto final:

 Los chinos son los ganadores. Traen sobres de cosas extrañas que le añaden variedad al producto. De sabor son los mejores y encima traen tenedor. Es que solo les falta mandar a alguien a que te de de comer. Como punto negativo, no tienen yakisoba, solo fideos con caldo.


Si queréis vivir nuevas experiencias o reiros de alguien, comprad el del calvo.

2 comentarios:

  1. BUARRRNSSSS!!
    Que grande eres tío!!!

    Tengo muuucha curiosidad por encontrar estos fideos del calvo...

    Como ya te comenté, posteriormente al primer Japan Weekend que se hacía en Bilbo, soy consumidor de este tipo de fideos y me encanta ir a los chinos de mi zona, de Bilbo, o incluso de las afueras para buscar y probar todas las marcas habidas y por haber...

    Y cuando leía sobre estos últimos del paquete morado, me recordó a unos BOLS que encontré en una tienda de estas "Alimentación YIN SHIN" cerca de una de las entradas de Bilbo. Donde todos sus sabores picaban. Pero te mostraban su picor con un diagrama de CHILIS. Siendo 1 chili el que menos picaba y 5 chilis el que más.

    Pos a mi me pasa como a ti, me encanta el picante, y encima aguanto muy bien comer sopas hirviendo o cosas que queman mucho (ya verás cuando envejezca cuantos problemas voy a tener), total...

    El que tenía 1 chili, pos bueno, era un picor suave... Pero como bien dices tú, es contínuo y cuando acabas el bol tienes ya la boca, la lengua, el paladar y la garganta con buena temperatura...

    Pues cuando cogí el de 5 chilis, vaya manera de lagrimear!! Picaba como su puta madre!! Encima recuerdo que traía una especie de guisantes raros deshidratados de los que no quedaba más que la piel y flotaban en el caldo... Estos guisantes picaban todavía más...

    Fíjate que por cabezonería suelo ser de terminarme las cosas, pero este bol tengo que reconocer que me hizo bajarme los pantalones y ser exclavo de mi propio orgullo, porque no era capaz de aumentar la temperatura de mi cuerpo metiendo otra pinchada con el tenedo de plástico que esto traía.

    Y al final cometí el sacrilegio de aguarlos con un chorro de agua, y escurrirla, porque no era capaz de terminarme el bol con su sabor original. De hecho, no recuerdo el sabor que tenía eso. Podía estar tranquilamente comiendo mierda de perro, o el más suculento de los manjares que con aquel picor y la boca dormida no era capaz de desgustarlo...

    BUFFFFFF!!

    Tio, tus 2 secciones que tengo como favoritas aquí ya sabes cuales son, "Estado crítico" y ahora "El Gourmet temerario".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que encima es eso, al parecer dependiendo de la zona a la que vayas tienen diferentes variedades, por lo que en cada viaje te pasas por un chino y descubres nuevas variantes.

      A ver si algún día encuentro esos de chile que comentas. Como soy un masoquista fijo que pillo el de cinco chiles y lo sufro XD.

      Eliminar